jueves, 13 de noviembre de 2008

Ortega y Gasset


Biografía:




Filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica.


Nacido en una familia madrileña acomodada perteneciente al círculo de la alta burguesía del lugar, entre 1891 y 1897 estudiaría en el Colegio jesuita de San Estanislao de Miraflores del Palo, en Málaga. Su abuelo materno gallego, Eduardo Gasset y Artime, había fundado el diario El Imparcial, que más tarde su padre, José Ortega Munilla, pasaría a dirigir.
Así, cabe destacar que Ortega y Gasset se crió en un ambiente culto, muy vinculado al mundo del periodismo y la política. Su etapa universitaria comienza con su incorporación a los estudios de la Universidad de Deust, Bilbao y prosigue en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid.
Doctor en Filosofía de la Universidad de Madrid con su obra Los terrores del año mil. Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1907 realizó estudios en Alemania: Leipzig, Núremberg, Colonia, Berlín y, sobre todo, Marburgo. En esta última, se vio influenciado por el neokantismo de Hermann Cohen y Paul Natorp, entre otros.
De regreso a España es nombrado profesor numerario de psicología, lógica y ética de la Escuela Superior del Magisterio de Madrid, y en octubre de 1910 gana por oposición la cátedra de metafísica de la Universidad Central, vacante tras el fallecimiento de Nicolás Salmerón.
Tras casarse con Rosa Spottorno, en 1914 nace en Madrid su hija, Soledad Ortega Spottorno, quién en 1978 creará la Fundación José Ortega y Gasset, de la que será su presidenta de honor. En 1918 nacerá su hijo José Ortega Spottorno, que será ingeniero agrónomo.
Es colaborador del diario El Sol desde 1917, y alli publica bajo la forma de folletones dos obras importantes: España invertebrada y La rebelión de las masas. Durante la II República es elegido diputado por la provincia de León, cargo en el que permaneció durante un año. En 1923 funda la Revista de Occidente, siendo su director hasta 1936. Desde esta publicación promoverá la traducción y comentario de las más importantes tendencias filosóficas y científicas en nombres tales como: Oswald Spengler, Johan Huizinga, Edmund Husserl, Georg Simmel, Jakob von Uexküll, Heinz Heimsoeth, Franz Brentano, Hans Driesch, Ernst Müller, Alexander Pfänder, Bertrand Russell y otros.


Cuando comenzó la Guerra Civil Española en julio de 1936, Ortega se hallaba enfermo en su domicilio; tres días después del comienzo de la contienda, se presentaron en su domicilio varios comunistas armados de pistolas que exigieron su firma en un manifiesto contra la sublevación y en favor del Gobierno republicano. Ortega se negó a recibirlos y fue su hija la que en una conversación con ellos consiguió convencerlos de redactar otro texto muy corto y menos politizado y que, efectivamente, acabó siendo firmado por Ortega, junto con Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y otros intelectuales. En ese mismo mes de julio y a pesar de su grave enfermedad, salió de España y se exilió; primero en París, luego en Holanda y Argentina, hasta que en 1942 fijó su residencia en Lisboa. A partir de 1945 su presencia en España fue frecuente, pero se le impidió recuperar su cátedra, y optó por fundar un «Instituto de Humanidades» donde impartía sus lecciones. Durante estos años, y hasta su muerte en 1955, fue fuera de España donde recibió el crédito y las oportunidades de expresión que correspondían a su prestigio.
Ortega y Gasset ejerció una gran influencia en la filosofía española del siglo XX no sólo por la temática de su obra filosófica, sino también por su estilo literario ágil, descrito por algunos como próximo al Quijote, que le permitió llegar fácilmente al público general.






Obras:



Meditaciones del Quijote (1914)
Vieja y nueva política (1914)
Investigaciones psicológicas (curso explicado entre 1915–1916 y publicado en 1982)
Personas, obras, cosas (artículos y ensayos escritos entre 1904 y 1912: «Renan», «Adán en el Paraíso», «La pedagogía social como programa político», «Problemas culturales», etc.) (1916)
El Espectador (8 tomos publicados entre 1916 y 1934)
España invertebrada (1921)
El tema de nuestro tiempo (1923)
Las Atlántidas (1924)
La deshumanización del arte e ideas sobre la novela (1925)
Espíritu de la letra - Mirabeau o el político (1927, 1928–1929)
¿Qué es filosofía? (1928–29, curso publicado póstumamente en 1957)
Kant (1929–31)
¿Qué es conocimiento? (publicado en 1984, recoge tres cursos explicados en 1929, 1930 y 1931, titulados, respectivamente: «Vida como ejecución (El ser ejecutivo)», «Sobre la realidad radical» y «¿Qué es la vida?»)
La rebelión de las masas (1930)
Rectificación de la República. La redención de las provincias y la decencia nacional (1931)
Goethe desde dentro (1932)
Viva la República (1933)
Unas lecciones de metafísica (1966)
En torno a Galileo (1933–1934)
«Prólogo para alemanes» (prólogo a la tercera edición alemana de El tema de nuestro tiempo. El propio Ortega prohibió su publicación «por los sucesos de Munich de 1934». Finalmente se publicó en español en 1958)
Historia como sistema


Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica (1939)
Ideas y creencias - Sobre la razón histórica (curso dado en Buenos Aires y publicado en 1979 junto a otro dado en Lisboa sobre el mismo asunto) (1940)
Teoría de Andalucía y otros ensayos - Guillermo Dilthey y la idea de vida (1942)
Sobre la razón histórica (curso dado en Lisboa, vid. supra) (1944)
Idea del teatro. Una abreviatura (conferencia dada en Lisboa, abril, y en Madrid, mayo de 1946; publicada en 1958, aunque en el número 62 de la Revista Nacional de educación ofreció una versión de la pronunciada en Madrid)
La idea de principio en Leibniz y la evolución de la teoría deductiva (1947, pero publicado en 1958)
Una interpretación de la historia universal. En torno a Toynbee (1948, pero publicado en 1960)
Meditación de Europa (conferencia pronunciada en Berlín en 1949 con el título: «De Europa meditatio quaedam». Se publica en 1960 junto a otros textos inéditos afines)
El hombre y la gente (curso explicado en 1949–1950 en el Instituto de Humanidades; se publica en 1957.)
Papeles sobre Velázquez y Goya (1950)
Pasado y porvenir para el hombre actual (1962 )
Goya (1958)
Velázquez (1959)
Origen y epílogo de la filosofía (1960)
La caza y los toros (1960)
El origen deportivo del estado (1966)



Pensamiento filosófico:



siguiendo a Descartes, Ortega mantiene que el filósofo no puede tomar prestadas las verdades conquistadas por otros saberes; al menos en lo relativo a las fundamentos de la investigación filosófica, debe admitir como verdadero sólo aquello que se le muestre a él mismo con evidencia. Y es precisamente este afán por la autonomía de la filosofía lo que llevará a nuestro filósofo a la búsqueda de un dato que presente evidencia absoluta, de una realidad primera y radical (el vivir) y le conducirá a cuestionar las creencias más elementales desde el punto de vista de la actitud natural, de la actitud espontánea que fluye en la vida.


as ciencias (biología, física, química...) se interesan cada una de ellas por una parte de la realidad; la filosofía, sin embargo, lo hace por el todo, por el Universo en general, siendo éste la suma de “todo cuanto hay”, el conjunto de todas las cosas, tanto las existentes como las meramente pensadas, imaginadas o deseadas. Podría objetarse que al filósofo también le interesa la ética, la estética, la teoría del conocimiento, la antropología, y que para su estudio estas disciplinas acotan una parte de la realidad. Sin embargo, en cada uno de estas investigaciones “particulares”, el filósofo hace una valoración de la región del ser que le interesa (lo moral, lo bello, la verdad, el ser humano) y las estudia en relación con el conjunto de la realidad, con la totalidad; en este enmarcar una realidad particular en el conjunto en el que se inscribe, la filosofía descubre el sentido de las cosas, el ser presente en todas ellas. Esto quiere decir que para Ortega y Gasset la filosofía es lo que tradicionalmente se identifica con la ontología: el estudio del ser, en qué consiste el ser y las categorías principales del ser.


por ser conocimiento es un sistema de conceptos precisos, basados en el ejercicio de la razón y disciplinado mediante la fidelidad a la lógica y a las reglas de la argumentación (Ortega está en contra del misticismo), y por ser teórico es un saber ajeno a la preocupación por el domino técnico del mundo pues la filosofía no da reglas concretas para la transformación de la realidad y la construcción de objetos. Sin embargo, no hay que creer que esta “inutilidad” de la filosofía la haga poco importante; antes al contrario; Ortega presenta dos razones que convierten a la filosofía en un saber imprescindible: por un lado, intenta satisfacer una de las dimensiones más importantes e irrenunciables de la vida humana, como es el afán por el conocimiento, la búsqueda de la verdad sobre el mundo; además, la filosofía tiene lo que podríamos llamar “utilidad existencial”: como indica con frecuencia, el hombre es un náufrago perdido en la existencia y en este naufragio las teorías, particularmente las filosóficas, le permiten orientarse en la realidad.



Influencias:


Se ha utilizado la expresión “Escuela de Madrid”, para denominar con ella la influencia que Ortega y Gasset ejerció en un gran número de filósofos españoles, aunque ha de aclararse que no se trata de una “escuela” en el sentido estricto de la palabra, sino que se refiere al hecho de la existencia de una orientación en una doctrina, así como de una metodología acorde a ella, y de una inspiración común.Este centro filosófico, creado en torno al pensamiento orteguiano, gozó de una unidad en lo que a la orientación doctrinal se refiere, además de un trabajo común articulado y de una colaboración de los discípulos y miembros de la escuela.


Tanto José Gaos, como Julián Marías, se han referido a la Escuela de Madrid, y la han vinculado a la figura de José Ortega y Gasset.

Ferrater Mora dedica una de las entradas de su diccionario filosófico a esta escuela, dada la relevancia que cobró y la posterior influencia que ejerció.


La influencia del pensamiento de Ortega no se produjo sólo en el ámbito universitario, sino que, para conformar la escuela también resultó crucial la actividad editorial ligada a ella, la prensa diaria, las revistas que se fundaron (como “El Espectador” o la “Revista de Occidente”), la dirección de colecciones de libros y la dirección de instituciones de carácter social y político, además de otras muchas actividades e iniciativas vinculadas a las inquietudes e intereses de los miembros de la escuela.
Otros nombres relevantes dentro de la escuela, que desarrollaron una importante labor, fueron Luis Recaséns Siches, María Zambrano, Joaquín Xirau, y Julián Marías, así como Manuel García Morente que fue, sin duda, la figura central, y clave, dentro de la institución.

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